Ascenso en invierno

Durante la temporada invernal el ascenso al Toubkal es una caminata que tiene ciertas dificultades técnicas y requiere equipo especial, ya que el paisaje está cubierto de nieve y hielo. Esta temporada inicia a finales de octubre y se prolonga hasta finales de abril.

Sí no se tiene experiencia en senderismo en terrenos nevados, es importante realizar algunas prácticas básicas de senderismo y escalada en invierno, ya que para esta aventura se requieren ciertas habilidades como:

Desarrollar estas habilidades básicas no es una tarea complicada. Sin embargo, si es la primera vez que se hace puede ser desafiante, por lo que se recomienda desarrollarlas antes de iniciar el ascenso en invierno al Toubkal.

Es recomendable realizar el ascenso de invierno con un guía experimentado, comenzando en el pueblo de Imlil para hacer un ascenso inicial de entre 5 y 7 horas para llegar a los refugios de Toubkal que se encuentran a unos 12 km del pueblo.

Luego de pasar la noche en el refugio, se reanuda el ascenso hasta el pico del Toubkal, donde se puede disfrutar de vistas panorámicas realmente espectaculares.

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El Atlas

Marruecos es sorprendente, mundialmente se relaciona con la imagen de arenas y camellos; pero sus montañas tienen sitios sorprendentes, con recorridos entre acantilados y cambios bruscos del clima propios de una zona límite entre el desierto y la nieve. Las montañas del Atlas con nieve y pistas de esquí, atraen a cientos de turistas. ¿Dónde se ubican estas excepcionales montañas?

Rutas para viajar al Atlas marroquí

Marruecos es mucho más que desierto, camellos, especies y mercancías; es un país con montañas con nieve, esquí, senderismo y más aventura turística. Marrakech es el punto de partida para llegar a las montañas del Atlas en Marruecos.

Sus conexiones entre ciudades de Europa con otros destinos marroquíes, la convierten en el punto de encuentro para viajar por las montañas del Atlas. El senderismo es una opción aventurera para los que tienen mejor condición física.

Sin embargo, la ruta más utilizada es por carretera desde Marrakech, específicamente por la vía número nueve, que atraviesa al Atlas desde la ciudad de Marrakech hasta el mismo desierto del Sahara.

Es un viaje donde se disfrutan de vistas únicas de los picos de la cordillera del Atlas y de pueblos tallados en las montañas rojizas. Se pueden encontrar alojamientos peculiares y atractivos típicos de las poblaciones bereberes, consideradas las etnias originarias de Marruecos, que viven del pastoreo y la siembra de hortalizas.

Antes de llegar a la meta del Atlas, la ruta continúa con vistas a jardines escalonados en terrazas, que visten el paisaje desde Ourika hasta Arhbalou, como un motivo de inspiración por sus colores espectaculares y amplia variedad de vegetación donde las palmeras custodian la vía.

Más vistas privilegiadas en el recorrido

Marruecos se presenta en esta zona, con quebradas de piedra caliza a lo largo de la vía por kilómetros y que sirven de entrada a las colinas que se divisan en la distancia, entre los barrancos del trayecto y el verde de las montañas con ríos que se desprenden de sus picos con nieve.

Los guías de la zona recomiendan alojarse en hoteles en la meseta de Tichka, antes de continuar este viaje sin comparación con ninguna otra ruta o plan turístico, para llegar a la meta del Atlas marroquí en el norte de África entre Marruecos, Argelia y Túnez en mejores condiciones, ya que es un viaje para los más osados.

En el recorrido se observan las viviendas tradicionales de la población bereber, en vocablo árabe o amaziges en término que pertenece al origen de estas etnias descendientes de Tamazgha en África del Norte.

Su cultura tradicional es tribal, son los primeros habitantes del Magret, quienes aún se organizan en aldeas fundamentalmente nómadas que se desplazan para asegurar refugio, agua y condiciones de pastoreo al ganado. Sus mujeres cuidan de la familia y tienen agricultura de subsistencia. Fueron denominados bereberes por conquistadores árabes en el siglo VII.

Estación Oukaimeden

La estación de esquí a 2600 metros ideal para los deportes de invierno durante todo el año, se conoce como la pequeña Suiza y se encuentra a 74 km de la ciudad de Marrakech, con poco recorrido para esquiar pero desniveles y dificultades que merecen precaución y seguridad.

Otros colocan su meta en las montañas del Atlas en los límites de Argelia y Túnez y viajan al Atlas sahariano y al telliano. La gran mayoría de viajeros apuestan por el Atlas Medio una cadena montañosa con amplia diversidad de flora y fauna con 350 km que se extienden por provincias de Marruecos como Taza, Beni Mellal, Ifrane, Khenifra, Sefrou, Boulemane, el Hajeb.

¿Cuál es el pico más alto?

Esta cordillera montañosa sirve de límite natural de las costas del mar Mediterráneo y el océano Atlántico que baña las arenas del Sahara. Los picos de Atlas son tan altos que impiden que el viento desplace a las nubes, sobre las inmensas extensiones del desierto, se dice que es el origen de la formación del Sahara. Sin embargo, se forma nieve en sus principales montañas.

El pico más alto de El Atlas es Toubkal, con 4167 m de altitud y forma parte de la cordillera media del Atlas marroquí y del parque nacional del mismo nombre, donde se permite llegar hasta la cumbre a 4167 m o parar en la meseta de Tazaghart un desierto entre las nubes a 3800 m en el norte de África.

¿Por qué es espectacular?

Es un fenómeno reconocido internacionalmente, ya que las montañas de Atlas de Marruecos hay presencia de nieve, un atractivo turístico único que encanta a muchos turistas y que invita a que se incluya esa zona en los itinerarios de viajes de aventura pendientes.

Es importante destacar, que la cima más alta, del Alto Atlas, sirve de límite climático entre el clima del Mediterráneo del norte con el clima desértico del Sahara, lo que provoca en esa cordillera cambios bruscos de temperatura.

Paisajes exclusivos e irrepetibles

El punto más alto en el recorrido por carretera es el Tizi´n Tichka a 2.260 metros de altura, con vistas del paisaje impresionante de la vía que recorre la montaña bordeando sus declives, el mejor momento para esquiar en esta zona, es entre los meses de noviembre a marzo.

Un momento muy emocionante del viaje, es el descenso por la ruta nueve, se divisa el Ksar Ait Ben Haddou, Ouarzazate y hacia el sur del Valle del Dra y hasta se puede observar en el horizonte al desierto del Sahara, conformando una visual propia de films con naturaleza espectacular única.

Se nota el hábitat de especies endémicas, algunas en peligro de extinción en un lugar único e irrepetible, con vegetación como cedros, los árboles típicos de la zona y paisajes de cañones como los de Arizona en Estados Unidos.

Durante primavera y verano las cascadas y centenarios nogales en Setti Fatma son un atractivo en la ruta a Annameure, una aldea de la tribu Aït Oucheg, con alquiler de mulas para ascender al santuario histórico marroquí Djebel Yagour con más de doscientas pinturas rupestres. Otro atractivo, es el mercado de Asni que se realiza en plena montaña los sábados en la mañana.